Mientras
tengamos aqui comida, techo y facilidad para pagar nuestras deudas, no nos
importa si los vecinos se mueren o viven.
Esa es la sociedad en la que nos está tocando vivir. No crean que soy puritano o que la traigo
contra alguien, ni uno ni lo otro, sino todo lo contrario. El comentario sale a
relucir precisamente ahora que una región
de Bolivia pasa por una situación muy dificil.
La cifra
de familias afectadas por lluvias, inundaciones y desbordes va creciendo con el
pasar de los minutos, y los residentes se ven impotentes, perdiendo todas sus
pertenencias materiales y algunas personas hasta su vida.
Me
refiero al desborde del río Taquiña el cual llevó
consigo mazamorra afectando toda Tiquipaya.
Cientos de toneladas de lodo, palos, piedras y agua fue el denominador
común en las calles de ese municipio. Ver las tomas
que lograron filmar algunos moradores, sencillamente es desolador, impactante
ver la fuerza de la naturaleza en su máxima expresión arrasar con todo lo que encontraba a su paso.
Decenas
de hogares llenos de lodo y los pobladores aún
siguen en alerta, pues no fue una, sino varias veces que creyeron lo peor había
pasado, cuando de repente otra alud de mazamorra entraba al municipio con fuerza
avasalladora ante la mirada de impotencia de personas que no podían creer lo
que estaban mirando, como se habían ensañado
la lluvia y el deslabe contra sus pocas pertenencias, frutos de muchos años de trabajo. Hasta el momento no se tiene un número exacto de desaparecidos ni de los muertos.
Mientras
decenas de personas lo pierden todo, permanecen batallando en su lucha desigual
contra la lluvia, lodo, piedra, palos, etc., en otra región del país, miles de personas se concentran en
la celebración del carnaval, el
corso, la entrada, la farra y el desfilfarro en bebidas alcohólicas y exhibición
de trajes coloridos, cadenciosos movimientos de cintura y piernas de
exuberantes jovencitas. Alli no ha pasado
nada, por lo tanto que siga la rumba y de aquellos que la naturelaza sumió en la desgracia, nada, mala suerte.
Dónde está el sentimiento por los demás? La ayuda al prójimo? Desde cuándo somos tan indolentes? Ah! Y no crean que pretendo que por la desgracia de Tiquipaya el mundo deba detenerse, no, jamás. Sin embargo, un poquito de compasión, de solidaridad, de buena vibra, prudencia, no estaría mal.
Por suerte
no todo está perdido, hay un grupo de cochabambinos, bolivianos en general y
amigos de los bolivianos que han programado una gran kermesse para el domingo
25… los detalles vienen por ahí, pero será algo grande para llegar y dar una
mano amiga a estas familias que se quedaron sin nada.
Mientras
miles festejan, en buena hora, el carnaval, otros estaremos haciendo lo posible
por recaudar fondos y mejorar la calidad de vida de tantas familias que
quedaron en las calles. Continuará.
No comments:
Post a Comment