Entre bomberos no se pisan la manguera…

Hablar o escribir sobre lo que sucede en algunos de nuestros medios, es un tema que me fascina, es como si fuera una caricatura de la vida real… uyyyy que malo soy… jajajaja, no es cuento para nadie que muchos de los colegas tienen a su peores enemigos no solo dentro de su entorno de la comunicación, sino en el mismo medio donde trabajan.  Es una guerra de celos, envidias y prepotencia sin cuartel.  Tienen que cuidarse mucho uno contral el otro, porque cuando menos creen, le cortan el agua y la luz, y muchas veces el cerebro creador de su desdicha es el colega que menos piensan.

Pero eso no es todo.  Hay regulaciones y leyes que tienen que seguirse para que no le coman el mandado a los djs que hoy se catalogan como “locutores” o “comunicadores”.  El programador deja todo listo, ellos solo pueden intervenir por unos segundos de tiempo para decir su nombre y el de la emisora y cualquier pavada que esos segundos se lo permitan.

No tienen idea de qué música van a sonar, no se le permite mover nada de eso, porque la música programada es muchas veces, solo la que paga y tiene su momento exacto en el que debe sonar.  En la mayoria de los casos, estos “comunicadores” solo son contratados para que hagan el papel de robots.

Se les prohibe usar el cerebro, claro algunos no tienen, porque todo viene ya planeado, configurado, y/o arreglado por el programador.  Ellos solo aprietan botones y hablan un par de sandeces tal como se lo permitan los segundos pautado en el log. Un trabajo incómodo, mal pagado, pero a muchos les gusta la fama y que los escuchen en el aire, que es siempre donde muchos parecen estar… “high” y en el aire.

En otros medios hay reglas mas dictatoriales, por ejemplo en el programa de la mañana de nuestro amigo “peter”, él es el único que puede entrevistar a los artistas de renombre.  Si por alguna razón un artista famoso es entrevistado en otro turno, uyyyy se enoja y es capáz hasta de renunciar.  Lo mismo pasa con los grandes premios, grandes promociones, todo debe comenzar en su espacio.  Y lo peor es que los colegas de otros turnos estan obligados a anunciar sus entrevistas y por ende, colaborar para que ese espacio sea el número uno…  claro que hay descontento, pero nadie puede decir nada porque lo despiden.

Es como sucedía antes con el “vendedor número 1” de “el mero mero”, el difunto “lagrimita” (que dicho sea de paso, ya se olvidaron del pobre, y ¿en qué habrá parado lo de su sociedad en la radio? - uyyy ese es otro tema), claro si todas las llamadas de alguien para comprar un anuncio solo se las pasaban a él, tenía esa ventaja contra los demás vendedores que tenían que salir a romper corosos en la calle, para cumnplir con la cuota, mientras él solo iba a firmar contratos o a cobrar.

Pues bien, asi como en el programa de “peter”, algo parecido pasa tambien en “molestando la marrana” de “el mero mero”.  Nada de importancia puede suceder en otro espacio, todo debe ser en el suyo.

Claro, hay que respetar eso de que entre bomberos no deben pisarse la manguera jajajajajajaja